Scrum es un marco de trabajo con un cambio cultural, usar solamente la parte visible ignorando la parte cultural que se basa en los principios y valores pueden llevar a no usar Scrum adecuadamente y no aprovechar sus beneficios.
Scrum es un marco con profundas raíces culturales.
Una de las situaciones menos beneficiosas en el proceso de cambio cultural es cuando se presume que para hacer Scrum es suficiente el uso de un 3-5-3, es decir, tres roles, cinco eventos y tres artefactos. Esto enfoque puede llevar con facilidad a un Scrum mecánico que perjudica la entrega de valor en cada Sprint y no ayuda a la mejora en la autogestión del equipo. Esta es la parte visible de Scrum, pero para aprovechar y usar apropiadamente Scrum se requiere el contexto cultural adecuado basado en los valores y principios ágiles, el empirismo con foco en la entrega de valor a los clientes, los valores de Scrum, el fomento de la autogestión, el soporte de la organización al cambio cultural y el alineamiento estratégico por mencionar algunos componentes necesarios. Existen otros componentes de Scrum como los criterios de terminado que ayudan a la transparencia y el objetivo del Sprint que ayuda al equipo a enfocarse y colaborar hacia una meta común, el objetivo de Producto y del Sprint que facilitan la adopción del empirismo.