El mundo de la gestión de producto es un entorno salvaje.
A menudo te diriges a territorios inexplorados e inciertos, tratando de dar sentido al caos que te rodea.
Y luego están los animales peligrosos que viven en ese habitat y que te encuentras en el camino. Y pueden llegar a ser altamente peligrosos.
Si bien muchas de estas criaturas existen en todo el mundo de producto, pueden ser especialmente perjudiciales para los equipos de desarrollo.
Cuando les damos demasiado poder a los animales, perdemos de vista nuestra estrategia y enfoque de priorización.
Impera la ley del más fuerte.
Como resultado, terminamos tomando decisiones equivocadas y, en última instancia, comprometiendo nuestro producto.
Vamos a proporcionar una descripción general rápida de cada animal, veremos por qué son tan peligrosos y ofreceremos algunos consejos sobre cómo domesticarlos para ver qué animal de producto eres o son los que te rodean.
El Hippo (Highest Paid Person’s Opinion)
El Hippo es a menudo un ejecutivo o cofundador de la compañía que quiere tomar las decisiones.
Y si bien ciertamente tienen experiencia y conocimiento, esto no reemplaza los datos reales y las aportaciones de los clientes.
El peligro de los Hippo es que sus acciones pueden ser desmoralizadoras y debilitadoras.
Imagina que el equipo de producto que ha estado investigando, hablando con los clientes y recopilando datos para formar conocimientos profundos de los usuarios y de repente tiene que dejarlo todo porqué el Hippo ha dicho que no y deben volver a priorizar.
Como equipo pueden cuestionar la validez del argumento de los Hippo, pero puede ser difícil enfrentarse a ellos.
Ya sea para estar en desacuerdo con ellos o aclarar si simplemente están ofreciendo una opinión o definiendo una nueva dirección.
Entonces, ¿cómo domestico al HIPPO? Ayudo a despersonalizar la discusión. Vamos a los datos y las métricas.
Las métricas y la información que ha utilizado para llegar a su prioridad actual y pregúntele si eso cambia su recomendación.
La Zebra (Zero Evidence but really arrogant)
La Zebra es una manifestación de sesgo cognitivo descontrolado.
Confían en su instinto para determinar qué es importante. Dan igual las métricas, se tiene que implementar porqué yo lo valgo.
Expresarán sus opiniones con firmeza, pero si los presiona, no podrán ofrecer evidencia de cómo llegaron a esta conclusión específica.
En lugar de pasar por el modelo Lean Product de Dan Olsen de presentar una hipótesis para luego probar y validar, van directamente a la construcción de la idea.
El peligro de dejar que Zebra marque el rumbo es que estaremos construyendo sin investigación de clientes o validación de mercado.
La mejor manera de domar a una Zebra es llevándola a dar un paseo.
Invitarla a participar en su investigación. Ya has visto qué animal de producto eres en este momento.
Podemos tomar sus suposiciones y encontrar una forma de bajo riesgo para probar la gran mayoría de ellas.
Va muy bien hacerles notar que estamos dispuestos a realizar pequeños experimentos, pero que no invertiremos mucho en su idea hasta que tenga alguna hipótesis de que nos va a aportar valor al producto.
Seagull
El seagull o la gaviota tiende a estar un poco alejado del dia a dia del producto.
Pero ocasionalmente aterrizan, y luego revolucionan la parroquia, y dejan al equipo en un completo desastre.
Sus intenciones son buenas, pero siempre perjudican a la larga el buen quehacer del producto.
Para domesticar al seagull, debemos sobrecomunicar y mirar de que el aterrizarse y la revolución posterior nos perjudique lo mínimo posible porqué sino lo vamos a pagar en mala calidad y en un producto mediocre.
Wolf (Work on the latest fire)
El Wolf o el lobo aparecerá a menudo cuando tu equipo está lidiando con una deuda técnica impagada.
Esto es especialmente común cuando priorizas la velocity por encima de todo durante un período de tiempo considerable.
Siempre hay una urgencia por satisfacer las demandas del lobo, pero también significa que tienes que dejar todo tu trabajo en un segundo plano.
El problema de seguir satisfaciendo al lobo es que se puede perder fácilmente el rastro de la estrategia general de producto.
Si solo pasa de apagar un incendio al siguiente, no se está moviendo hacia ningún objetivo general del producto.
Pero si el incendio es forestal y de grandes magnitudes no vamos a poder apagar las brasas.
Para domar al lobo, debemos abordar la deuda técnica de manera sistemática y reflexiva.
Esto puede implicar abordar grandes porciones de la deuda técnica de una sola vez o adoptar un enfoque más gradual.
En otras palabras, dedicar esfuerzo, tiempo y recursos a hacer prevención de incendios porqué a veces hay incendios que no se pueden apagar fácil y generar crisis importantes.
Saber qué animal de producto eres en este punto es importante, porqué apagar fuegos puede ser muy peligroso si toca hacerlo constantemente.
Rhino (Really high value opportunity)
El Rhino tiende a estar demasiado obsesionado con una característica en particular que debe incluir el producto.
A menudo estará convencido de que construir esta única cosa es la clave para conseguir un valor importante para dar al cliente.
Si escuchas al Rhino y creas la función que han solicitado, es posible que estén satisfechos temporalmente.
Pero, por supuesto, siempre habrá otra nueva oportunidad de alto valor que quieran aprovechar.
Por lo tanto, puedes encontrarte rápidamente en una situación en la que está creando todas estas características que no están conectadas con sus objetivos o estrategia generales del producto.
Esto puede resultar en un producto fragmentado que realmente no hace nada bien. Un Frankestein de manual.
Tener un marco claro de priorización realmente puede ayudar y sobre hacer ejercicios de Design Thinking o de Lean Startup para ver hacia dónde debemos ir.
Conclusión
Primero, un agradecimiento especial a Dean Peters, por ser el “guardián del zoológico” que ha ayudado a popularizar estos ejemplos dentro del mundo de la gestión de los productos.
Seguro que estás pensando “yo no soy ninguno de ellos” o “yo soy todos”. O mi product owner es rhino o zebra.
No pasa nada. Lo bueno es saber dónde estás sentado para andar en esa jungla y saber qué animal de producto eres y mirar de sobrevivir hacia un mejor camino de producto.