Scrum es un marco de trabajo para maximizar la entrega de valor. Con frecuencia se confunde el valor con entregar más cantidad de cosas en un menor tiempo. El valor es diferente viene desde la perspectiva de entender al cliente, asumir una postura de incertidumbre sobre lo que creemos o definimos acerca del mismo y entender la necesidad de aprender continuamente a través de la experimentación para descubrir, validar y aprender a través del uso de producto para adaptarnos de acuerdo con esto. Algunas consideraciones para mejor la definición, medición y aprendizaje sobre el valor: Adoptar y abrazar el cambio asumiendo que no podemos tener certeza sobre lo que creemos conocer del cliente. No actuar pretendiendo que podemos definir con certeza casi absoluta los requisitos o características de un producto que el cliente necesita. Esto puede llevar a mucho desperdicio y perdida de la entrega de valor a los clientes. Fomentar el lanzamiento continuo para lograr un aprendizaje de los clientes en el mercado mientras usan el producto. Las suposiciones acerca del valor solamente pueden validarse de una manera medible a través de la entrega de producto. Aunque podemos aprender de otras formas sin producto, estas no proporcionan validación de la entrega de valor. Por ejemplo, diseños y prototipos de un producto digital son importantes en muchos escenarios para desarrollar un producto, pero por si solos no permiten la validación de la entrega de valor. Definir el valor alineado a los objetivos de la empresa, el alineamiento es necesario para evitar invertir sin una mira de impacto en el negocio. Esta bien brindar valor a los clientes si ello permite sostener la ventaja competitiva de la organización y proveerle una mejora de resultados de negocio consistente. Pensar siempre en valor futuro o no realizado. El valor no realizado es el valor potencial futuro que el cliente espera, puede ser representado por una brecha de satisfacción o un mercado potencial que se puede lograr. El valor futuro es una respuesta a los cambios en el mercado y pueden obtenerse desde el aprendizaje de los clientes, el análisis de mercado y la competencia, experimentos, tendencias de tecnología, etc. Sin valor futuro en el Product Backlog es como una planta que no se riega que termina sin capacidad para prolongar su vida. Medir valor. Es difícil para muchas empresas dejar las métricas tradicionales de búsqueda de eficiencia como el centro o el objetivo. Todavía las organizaciones no logran desengancharse de mediciones de productividad individual o de métricas subjetivas ambiguas como la velocidad en puntos de historia. Es necesario virar de rumbo y enfocase en el valor y su representación en términos del impacto en la vida de los clientes para definir métricas desde allí, pero con el propósito de proveer aprendizaje no como medida de rendimiento o cumplimiento fijo de mediciones establecidas. Abrazar el empirismo y la agilidad implica respondiendo a los cambios a través de nuevo producto terminado con valor y medir su impacto en la vida de los clientes para adaptarnos en base este aprendizaje. Sin la medición del valor y su uso para aprender no se puede nutrir ni la agilidad ni Scrum. Favorecer la autogestión y reducir el control sobre el equipo. La entrega de valor es incierta en un mercado y entorno que cambia, la mejora forma de enfrentar este tipo de problemas es a través de un equipo autogestionado que en forma creativa aprende a adaptarse y enfrentar las situaciones que se presenten. El control y los planes rígidos no funcionan cuando el trabajo es creativo y el entorno incierto, para mejorar la entrega de valor en estas situaciones las organizaciones tienen que transformarse, reducir el uso de metodologías pesadas y prescriptivas que se vean bien desde una perspectiva de alto nivel pero que no ayudan a los equipos a ser autogestionados para lograr objetivos.
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