En el vasto y a menudo enigmático mundo de la agilidad de negocio, hay un término que ha desconcertado a muchos, confundido a algunos y dejado perplejos a otros.
Es el término “outcome”.
¿Por qué en agile decimos “outcome” cuando en realidad queremos decir “output”?
Mi primera teoría es que “output” y “outcome” se traducen de la misma manera al castellano, se traducen como resultados.
Luego muchas personas lo usan indistintamente. Pero la diferencia entre los 2 términos es muy importante.
¿Es eso una conspiración lingüística para mantenernos a todos en la oscuridad, o simplemente una peculiaridad del lenguaje corporativo moderno chanante salido de la agilidad de negocio?
Empecemos una intrépida expedición mientras exploramos el laberinto de la jerga de la agilidad de negocio y desentrañamos el enigma del “outcome”.
El Misterio del “Outcome” Perdido
Imagina por un momento: estás en una reunión de planificación ágil, rodeado de tableros Kanban, post-its multicolores y una pizarra llena de términos como “sprints”, “backlogs” y “burndown charts”.
Todo está yendo bien hasta que alguien menciona el tan desconcertante “outcome”.
“¿Qué es eso?” te preguntas, mientras intentas no parecer demasiado confundido.
“Debemos llevar a desarrollar este outcome”, menciona el gran líder.
Y tu no tienes las más remota idea de lo que significa.
La Confusión de la Jerga Corporativa
En un intento de comprender este enigma que te ha soltado el líder, recurrimos a los fundamentos de la agilidad de negocio.
Ahí solo encontramos con explicaciones vagas y abstractas que parecen llevarnos en círculos.
Pero déjame darte una definición que creo que te va a ayudar.
Un “outcome” es el valor agregado real del producto para el cliente o la persona que consuma su valor.
Además esperas un cambio de comportamiento sobre esa persona en el momento que consume el valor.
Por ejemplo, vamos con el ejemplo de software: gracias una funcionalidad recientemente lanzada, los usuarios ahora pueden guardar sus archivos más fácil y rápidamente.
Se ha creado un valor añadido real y el resultado es el “outcome” del “output”.
¿Pero no es esto que te describo lo que siempre hemos llamado “output” en nuestra organización?
La confusión se intensifica.
Una Teoría de Conspiración Lingüística
Algunos conspiradores del lenguaje sugieren que “outcome” fue introducido en el léxico ágil como parte de una trama diabólica liderada por las Big4 para confundir y mantener a consultores que hacen bodyshopping puro en organizaciones.
Así pudiendo cobrar facturas millonarias para pagar sus fancy offices.
Después de todo, ¿qué mejor manera de justificar tarifas exorbitantes que inventar términos misteriosos que solo ellos pueden descifrar?
A parte de no saberlos descifrar, tu pobre mortal, que me vas a contar a mi, que vengo del True Hell Consulting Group.
El Caos de la Semántica Corporativa
Otra de las teorías que sostengo sobre el uso de “outcome” en lugar de “output” es simplemente un reflejo del caos semántico que reina en el mundo corporativo cuando traducen del inglés.
Después de todo, ¿por qué decir algo de manera simple y directa cuando puedes complicarlo con un término más pomposo y confuso?
Añado además, cuando puedes hacerlo en inglés.
La Revelación
Pero, ¿y si la respuesta fuera más simple de lo que pensábamos?
Después de tiempo de investigación exhaustiva y numerosas horas de reflexión profunda por mi parte, la verdad finalmente se revela: “outcome” es más dificil e implica más responsabilidad por parte de las organizaciones que el “output”.
Sin dejar de tener en cuenta que simplemente suena más sofisticado y elegante que “output”.
Después de todo, en un mundo donde la imagen lo es todo, ¿qué mejor manera de impresionar a tus colegas que con un término que suena como si hubiera sido sacado directamente de un tratado filosófico?
Conclusión
Así que ahí està, resuelto el misterio del “outcome” perdido en la jungla de la agilidad de negocio finalmente resuelto.
Ya sea una conspiración lingüística, una confusión semántica o simplemente una cuestión de estilo, una cosa es segura: en el vertiginoso mundo de la agilidad, nunca sabes qué términos misteriosos y enigmáticos te esperan a la vuelta de la esquina.
Por ahora, solo podemos mantenernos ágiles, honorar el mindset, consolidar los valores, adaptarnos a los cambios y reírnos un poco en el camino.