Es oficial: El mundo es Agile.
Viendo que la palabra de moda se menciona en todo tipo de foros y organizaciones, hay que confirmar que todas las previsiones que los más optimistas hacían hace 10 años se han quedado cortas.
Tras observar la evolución, hay que aceptar que lo Agile ha sustituido al Project Management, si no en su totalidad, en un gran número de corporaciones y gobiernos.
Los Project Managers han dejado paso a los Scrum Masters, los Product Owners y hasta a los mismísimos Agile Coaches.
Ahora que todos que somos ágiles y lo hacemos increíblemente bien, es hora de destruirlo.
He recopilado cinco estrategias que las verdaderas organizaciones ágiles nunca pondrían en práctica porque podrían dañar o destruir todo el esfuerzo conseguido.
Estrategia nº 1: Plásmalo todo en un manual del Agile y obliga a todos a que se rijan por él
Elaborar un buen manual de procesos es fundamental para así poder evaluar el cumplimiento Agile de las iniciativas y controlar quién lo hace bien y quién lo hace mal.
Si este manual del Agile además puede indicar un número exacto de minutos para los eventos, con cuántos equipos puede trabajar un Scrum Master y además obliga a documentarlo todo muy bien en JIRA, mejor que mejor.
Al cabo de poco tiempo verás como el objetivo es cumplir y al cabo de unos meses tu organización empezará a sufrir del acartonamiento provocado por la consecución de objetivos de proceso.
Si tu organización es de las que había fomentado autonomía y autogestión en los equipos, asegúrate de especificar una buena matriz RACI para que las personas no tengan duda de que su papel es ser un recurso, una FTE dentro de la organización.
Alternativamente, si quieres evitar este doloroso sufrimiento y la fricción que provoca, investiga técnicas de budgeting y compliance que sean compatibles con equipos autoorganizados orientados a objetivos de negocio.
Estrategia nº 2: Céntrate en certificar a todo el mundo
No importa si los Scrum Masters no han aprendido todavía que su papel no es el de convertir las retrospectivas en fiestas de cumpleaños dónde se hacen collares de macarrones.
Tampoco si los Product Owners nunca han hablado con un cliente de verdad y su Product Backlog es una lista a los Reyes Magos de Oriente.
Lo importante es certificarlos. Mucho.
Aunque no hayan tenido la oportunidad de conocer un entorno donde se practiquen mínimamente los valores de Scrum, asegúrate que tienen el PSM uno, dos, tres y cuatro.
Si se te acaban las ideas, certifícalos en OKRs, en Kanban o en ESS (Estudios del Santo Sudario). Mientras estén bien certificados, cumplirás con los objetivos del establecidos por la organización.
Alternativamente puedes colaborar con las personas de tu organización y dejarles que sean ellos los que decidan como quieren formarse y aprender conforme lo vayan necesitando.
Estrategia nº 3: No formes a nadie
Todo el mundo sabe que Agile se puede aprender leyendo artículos y viendo videos de Youtube igual que se puede construir una iglesia románica.
Si tienes dudas, lo mejor es contratar a un consultor que te dirá cómo hacerlo todo y así los recursos no tendrán que dedicarle tiempo a pensar, que no se les paga para ello.
Si alguien desea formarse, asegúrate que lo hace en su tiempo libre. Tardes y fines de semana es lo mejor.
No les proporciones facilidad ni bolsa de formación. Si les formas, entonces querrán irse a otra empresa a trabajar.
Alternativamente, puedes ayudarles a dirigir sus esfuerzos a aprender como desarrollar mejor su trabajo ya sea con formación, libros o actividades de comunicación dentro de la jornada laboral.
Estrategia nº 4: Mantén múltiples jerarquías dentro de la organización
Una vez que comienzas con una iniciativa de transformación, asegúrate de que las estructuras tradicionales no se modifican. En lugar de eso, convierte a los Scrum Masters y Product Owners en jefes. Si puedes, además, convierte a uno o dos Agile Coaches en los jefes de éstos.
Así conseguirás una nueva y flamante capa de gestión que luchará por el poder con otras capas de gestión a modo de juegos del hambre del parking de la empresa.
Sabrás que has tenido éxito cuando al cabo del tiempo los que están más arriba de la capa de gestión del Agile decidan pelear para ver quién es el jefe supremo. El ganador obtendrá el título de Head of Agile y como recompensa obtendrá los poderes del otro heredando las salas de Mural.
Alternativamente, trabaja en ablandar las jerarquías existentes y potencia las habilidades de resolución de conflictos. Algunas personas no estarán contentas con esta decisión. Esto es bueno, ya que tampoco estarían contentas con las iniciativas Agile.
Estrategia nº 5: No permitas que la gente Agile se salga del Agile
Si escuchas a un Scrum Master decir que hay impedimentos en el delivery que impiden que los equipos sean más ágiles a la hora de entregar, ten miedo.
Si una Product Owner expresa su preocupación en torno a los sistemas de planificación anual, tienes que tomar acción.
Esto es malo.
Los Scrum Masters deberían centrarse en hacer a la gente feliz y los Product Owners en redactar historias de usuario. Tocar las estrategias de delivery o cambiar las formas de estructurar trabajo quedan fuera de su órbita.
Si se da el caso, acúsales de ser fanáticos de Agile y explícales que en tu organización siempre se ha hecho así. Si además puedes referirles la página concreta del manual del Agile donde viene explicado, habrás ganado la partida.
Jaque mate.